¿Sabes la importancia que tiene la vitamina D en nuestro organismo, cómo aumentarla y cómo saber si tienes algún déficit? Descúbrelo a continuación.
Importancia de la vitamina D
Quizás la faceta más conocida e importante de la vitamina D es que ayuda a nuestro cuerpo a absorber el calcio, uno de los componentes principales de los huesos.
Pero, además, también contribuye a mejorar y reforzar el sistema nervioso, muscular e inmunitario. Por ello, no debería faltar en ninguna dieta un aporte suficiente de esta vitamina.
¿Cómo aumentar la vitamina D?
Existen tres formas principales de aumentar la vitamina D:
- A través de la piel (el 90 %).
- Siguiendo una dieta equilibrada (el 10%).
- A base de suplementos.
La forma natural de obtener vitamina D es través de la piel con la exposición solar, de ahí a que se le conozca como “la vitamina del sol”. Por supuesto, debes hacerlo con cuidado. Y es que, en exceso, podría provocar envejecimiento de la piel o incluso aumentar las probabilidades de cáncer, si no utilizases la protección adecuada.
En cuanto a la dieta, lo ideal es que incorpores alimentos ricos en vitamina D: pescados grasos (salmón, atún…), queso, yema de huevo, leche, cereales, zumo de naranja, yogur, bebidas de soja, hígado de ternera, etc. Incluso existen dietas específicas diseñadas para aumentar el aporte de vitamina D.
No obstante, si lo anterior no fuese suficiente para tu organismo, podrías encontrarte con un déficit de vitamina D. En estos casos, puede ser recomendable recurrir a suplementos, pero siempre pidiendo consejo a tu médico o especialista en nutrición.
Carencias de vitamina D
El déficit de vitamina D puede causar cansancio y sobrepeso, que pueden ser dos indicativos claros de que algo va mal en tu organismo.
Estos y otros síntomas de la falta de vitamina D pueden tener manifestaciones distintas en diferentes personas. Así, en algunas ocasiones, la ausencia de esta vitamina puede producir dolor general, debilidad muscular, cansancio… Y, en los casos más graves, incluso puede aumentar el riesgo de osteoporosis y fracturas óseas.
Tratamientos para el déficit de vitamina D
Además de las indicaciones médicas específicas, los mejores tratamientos para el déficit de vitamina D parten de la combinación de una dieta adecuada y la moderada exposición al sol.
De este modo podremos disminuir el riesgo de fracturas y de caídas, especialmente en personas mayores. En cualquier caso, lo mejor es que consultes con tu médico o nutricionista para saber qué tratamiento seguir y, si fuese necesario, incorporar algún suplemento específico.
Ahora que ya conoces la importancia de la vitamina D para el organismo, solo queda que sigas estos consejos para prevenir posibles carencias y encontrarte mejor contigo misma.