Intolerancias alimentarias celíacos: cómo vivir sin gluten
Si eres celíaco o convives con alguno, seguro que estarás de acuerdo en que no siempre es fácil vivir sin gluten. Por ello, en este post te ofrecemos algunos consejos que te ayudarán a diseñar una dieta adecuada de una forma sencilla y económica.
¿Qué es la enfermedad celíaca?
Como ya sabrás, la celiaquía suele definirse como una intolerancia permanente al gluten (que es una proteína presente en cereales como el trigo, el centeno o la cebada).
Sin embargo, las definiciones más recientes (y la que adopta el Ministerio de Sanidad) indican que “la enfermedad celíaca es un trastorno sistémico de base inmunológica, causado por la ingesta de gluten y otras proteínas afines que afecta a individuos genéticamente susceptibles”.
Por tanto, más que una intolerancia alimentaria, se trataría de una enfermedad crónica autoinmune.
Algunos posibles síntomas de la celiaquía son las digestiones lentas, fatiga, diarrea, anemia, pérdida de peso, etc., que no siempre se asocian a esta enfermedad. De ahí que la mayoría de los celíacos estén todavía sin diagnosticar.
Cómo vivir sin gluten: la importancia de cuidar tu alimentación
El tratamiento de la celiaquía implica un compromiso de por vida con una dieta libre de gluten.
Aunque a priori pueda parecer sencillo, no siempre es fácil cumplirlo. Y es que muchos alimentos procesados que podrían parecer seguros para un celíaco, en realidad no lo son, ya que a veces incluyen gluten en sus ingredientes.
Por otra parte, este tipo de alimentación también puede resultar cara (no tienes más que ver los precios de los productos libres de gluten en cualquier supermercado).
Sin embargo, con algunas nociones de nutrición y una buena planificación, puedes llevar una dieta sin gluten de forma fácil y económica, como ahora veremos.
Claves de una buena dieta para celíacos
Los principales aspectos que debes tener en cuenta para diseñar una dieta sin gluten son los siguientes:
- Evita todos los alimentos que lleven gluten o puedan estar contaminados de esta proteína. Esto incluye todos los productos con trigo, cebada, centeno, espelta y derivados. Por ejemplo, la avena no tiene gluten de forma natural, pero durante su procesamiento suele contaminarse. Por supuesto, muchos productos procesados también lo incluyen: pastas, bollos, dulces, salsas, helados, chocolates, cerveza, etc.
- En estos casos, deberás recurrir a alternativas sin gluten, claramente etiquetadas. Este tipo de productos suelen tener un precio superior a los normales, por lo que no deberían ser el núcleo de tu dieta.
- Sin embargo, puedes consumir con normalidad todos los productos frescos que naturalmente están libres de gluten: carne, pescado, huevos, leche, verduras, frutas, etc. Como ves, las opciones son realmente amplias, sencillas y, por supuesto, más económicas que los productos específicos para celíacos.
- Para contrarrestar los posibles daños que te haya causado la celiaquía, es interesante que refuerces la presencia de alimentos ricos en hierro, calcio, vitamina D y ácido fólico, entre otros, además de asegurarte de una prudente exposición solar. Por tanto, incorpora productos como el pescado azul, las legumbres, todo tipo de frutas y verduras, frutos secos, huevos, lácteos (si no eres intolerante), etc.
- Ten en cuenta que también debes evitar ciertos productos no alimentarios con presencia de gluten. Por ejemplo, algunos medicamentos, pastas de dientes, cosméticos, etc.
En definitiva, si llevas una dieta sana, variada y equilibrada, podrás convivir con la enfermedad celíaca sin grandes sacrificios ni caer en un gasto excesivo. ¿Te animas a probarla?